Soufyan Azaaj en su Fat Phill’s Diner en Hoofddorp. © Foto United Photos/Rob van Wieringen
TOMATES HOOFDDORPdel supermercado local, una hamburguesa retorcida y asada en el momento, además de una misteriosa salsa de naranja cuya fórmula se mantiene en secreto. Esos, y por supuesto el queso derretido, son los ingredientes de la hamburguesa doble con queso.
Esa hamburguesa es la obra maestra de Fat Phill’s Diner, una cadena de comida rápida que se instaló en Hoofddorp en diciembre pasado. El operador es el único Soufyan Azaaj, de 22 años, de Haarlem. Hace sólo siete años empezó a trabajar en una sucursal de McDonald’s, pero ahora es su propio jefe. “No nos podemos quejar”, dice en una mesa de su propio restaurante.
La hamburguesa doble con queso. Con verduras frescas y carne de res, formando una hamburguesa al momento. © Foto United Photos/Rob van Wieringen
Le gusta especialmente la calidad de la comida. “No digo eso porque trabajo para Fat Phil’s. Realmente también es la hamburguesa más sabrosa”. Entonces la hamburguesa doble con queso. Y no el sencillo ni el triple, que también vende el restaurante de Hoofddorp. “El triple en realidad tiene demasiada carne. Con el doble tienes una relación de sabor única con la salsa”. Azaaj no puede explicar por qué esa salsa sabe tan bien. “Ese es el secreto de la franquicia. Simplemente lo entregamos en cubos grandes”.
Lo que no se entrega son los tomates para la hamburguesa. «Los compramos frescos todos los días en el supermercado local», afirma Haarlemmer. Los panecillos, la lechuga y la carne picada que todavía se procesa en la cocina: todo es fresco y se puede saborear. Las hamburguesas cuestan casi 12 euros cada una. “Los clientes ven el valor que tiene. A menudo regresan”.
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